mapa amung

27.4.08

La Princesa Azilhú (14)

Desde dentro de la cueva se veía con claridad el exterior, entraba bastante luz y aunque el dragón estaba tumbado en la entrada, se veía con claridad. Se sentó en una de las rocas, no sabía qué podía hacer pero por supuestísimo que no iba a hablar con el dragón. Se quedó mirándolo fijamente, era muy grande y muy feo, daba miedo.
El blanco de sus ojos, por el paso del tiempo y por su condición de dragón es amarillo y su pupila roja, su boca es muy grande y tiene muchos dientes y muy afilados y una lengua roja y tan larga que le sale por fuera de la boca.
En la cabeza tiene dos cuernos muy largos, orientados hacia atrás y las orejas parecen pequeñas alas. La piel de su cuerpo parece dura, como con escamas grandes y con los reflejos del sol aparecen todos los tonos de los colores rosados, morados, celestes y turquesas.
Toda su espalda la recorre una hilera de púas gigantes que llegan desde su cabeza hasta donde empieza su cola, fina pero larga y que termina con una púa triangular más grande que las demás.
Sus patas traseras son muy fuertes, se apoya sobre ellas para caminar y deja el resto del cuerpo erguido, tiene unas garras muy fuertes y poderosas tanto en las patas traseras como en las delanteras.
Pero, sin duda, lo que más impresiona en el dragón son sus alas, es lo más llamativo de su cuerpo, tienen como cinco dedos gigantescos acabados en uñas como púas gigantes y todos ellos unidos por una piel semitransparente como la de los murciélagos.
Realmente, su aspecto es aterrador.

2 comentarios:

tumbicicli dijo...

Hola, creo que deberías escribir más a menudo,para nosotros,tus lectores,no creo que sea bueno para la salud el estar esperando cada semana un nuevo capítulo,qué te parece si escribes cada dos o tres días?
Es uno de los cuentos con más gancho que he leido.
Gracías y hasta la próxima.

Fátima García dijo...

Es verdad tumbicicli, a mi también me parece que va lentita.
Estamos impacientes.
Senkiu.