mapa amung

28.2.08

28 de Febrero. Día de Andalucía

Hoy no he escrito nada pero se me han ocurrido algunas ideas para el cuento, creo que estaría bien incluir algunas fotos o dibujos que iré buscando por aquí y por allá, así que no tendrán todas el mismo estilo, pero ¿qué se le va a hacer? la que no sirve para dibujar... y yo soy de las peores en el dibujo, para eso tenemos internet, donde se encuentra de todo, y Photoshop para algún que otro cambio, retoquillo y esas cosas.
Como aperitivo aquí va una de una princesa que podría ser Azilhú, aunque ella es mucho más hermosa.

17.2.08

La princesa Azilhú (8)

Los tres se dirigieron hacia el castillo. Al llegar se despidieron. Azilhú se volvió para mirar a Beltrán mientras cabalgaba con Lucas. Por un momento sintió tristeza en su corazón y se le escapó un suspiro.
Por la tarde, vendrían sus amigas a merendar. Deseaba contarles lo que le estaba pasando, seguro que ellas se alegrarían, sobre todo Jimena, siempre tan enamoradiza, y ahora que le gustaba Pedro...

Así ocurrió, sus amigas fueron llegando después del almuerzo. Todas reían, se lo pasaban muy bien cuando estaban juntas. Recordaban momentos que habían sido divertidos, contaban cuentos, historias reales e inventadas. Azilhú se decidió a contar su historia en un momento en que estaban juntas Sol, Elvira y Leonor.
- ¿Sabéis qué me ha pasado? -dijo abriendo sus ojos y exagerando su sonrisa-. ¿Os acordáis de Beltrán, el amigo de Lucas? Pues esta mañana hemos salido los tres a pasear a caballo y me ha dicho: QUE LE GUSTO. Hemos quedado para volver a pasear dentro de cuatro semanas, cuando él vuelva a casa de Lucas. Ohhhh! estoy impaciente. ¿Qué os parece?
- Beltrán es ese chico tan guapo que vino a la fiesta con Lucas, ¿verdad? y que tanto te gustó ¿no? ¡Qué suerte tienes! ¿Cómo lo has conseguido? Yo jamás encontraré a un chico tan guapo que se interese por mi, -dijo Leonor con voz triste-.
- Sí, sí, ese es.
- Azilhú, ¿nos contarás lo que habléis ese día? ¿De qué habéis hablado hoy? ¿Qué te ha dicho? Pero, cuéntanos que no dices nada, chica.
- Pues, hoy hemos hablado muy poco, sólo lo que os he contado. Me ha dicho que le gusta pasear conmigo y que le gusto yo. Que estaría encantado de pasear de nuevo cuando vuelva en cuatro semanas y que si yo no acudo a la cita, entenderá que no estoy interesada por él. ¿Os imagináis? ¡Que yo no estoy interesada! Si él supiera cómo me gusta, nunca me diría eso. No existe esa posibilidad. Estaré allí clavadita dentro de cuatro semanas.

Leonor se dio la vuelta y se lo contó a Jimena:
- Azilhú tiene una cita. Ha quedado con Beltrán en cuatro semanas. ¿No es encantador?

Jimena se lo contó a Filoria y a María. Y ellas a las demás. Todas se alegraron por Azilhú, era una buena amiga y nunca antes se había interesado por ningún chico. Era su primer amor. Todas se acercaban para preguntarle si era cierto lo que las demás decían y ella sólo confirmaba y sonreía con la felicidad que desprenden quienes viven esa maravillosa emoción en su corazón y sienten esas mariposas revoloteando en su estómago.

10.2.08

La princesa Azilhú (7)

Realmente, aquel era un día precioso: el cielo estaba limpio, no se veía ni una nube, no había viento, no hacía frío, el sol brillaba y hacía que todo lo que sus rayos tocaban brillara al mismo tiempo. Los pajarillos cantaban. Las ardillas jugueteaban arriba y abajo en los árboles. Las florecillas de colores inundaban el campo y todo parecía tan perfecto que Azilhú deseaba que no pasase el tiempo.

Beltrán cabalgaba a su derecha y Lucas a su izquierda. Iban charlando sobre lo bien que lo pasaron en la fiesta, sobre los amigos que asistieron y sobre las anécdotas que ocurrieron. Beltrán era un buen conversador, no paraba de hablar, de reir, (¡cuánto le gustaba a Azilhú reir!) y de hacer reir a Azilhú, (¡cuánto le gustaba a Azilhú que Beltrán la hiciera reir!).

El camino hasta el riachuelo se le hizo muy corto, tan corto que cuando se dio cuenta de que ya habían llegado a la mitad del camino, le pidió a Lucas que le ayudara a bajar para pasear un rato a pie.

- Lucas, ¿me puedes ayudar a bajar del caballo? Tengo ganas de pasear.
- Pues, claro Azilhú. Allá voy -dijo Lucas-.
Pero Beltrán estaba más cerca de ella y se adelantó a Lucas, bajó de su caballo y rápidamente alzó sus brazos para que Azilhú se apoyara en ellos y bajara del caballo.
Azilhú se quedó atónita, con la boca entreabierta, no podía reaccionar. Su amadísimo Beltrán estaba ahí esperándola a ella, con los brazos abiertos, con una sonrisa inmensa y pidiéndole que le "abrazara". A estas alturas, si de repente anocheciese, Azilhú ya se daría por satisfecha. Ya habría estado más cerca de Beltrán de lo que nunca hubiese imaginado para este primer día.

Se giró para acercarse a los brazos de Beltrán. La agarró con fuerza. Notó sus manos en su cintura. Apoyó las manos en los hombros de Beltrán. Se deslizó. Sus caras se aproximaron. Sus ojos se miraron... tan cerca que se le detuvo el corazón por un segundo. Los pies tocaron el suelo suavemente. Las manos soltaron su cintura. Tomó aliento. Se recompuso.

- ¡Chicos! Mi caballo quiere galopar un poco... ahora vuelvo ¿vale?

Azilhú no se lo podía creer. Se había quedado a solas con Beltrán. Ella no lo sabía, pero Beltrán se lo había pedido a Lucas: "Cuando puedas, ¿nos dejarás un ratito a solas? Esa princesita me tiene enamorado. No sé qué le diré pero tengo que verla de nuevo cuando vuelva dentro de un mes."

Paseaban lentamente junto al riachuelo. Ninguno hablaba. Azilhú notaba que Beltrán la miraba y volvía a mirar al suelo. Por fin, Beltrán se decidió:
- Azilhú me ha encantado el paseo de hoy. ¿Podríamos repetirlo otro día?
- Sí, claro. Cuando quieras...
- Mañana vuelvo a casa.
- ¿Tan pronto? ¿Cómo puede ser? - dijo con los ojos muy abiertos-.
- He de volver, mi familia me espera. Regresaré en un mes. Me gusta pasear contigo y me gustas tú. Si lo deseas, podemos pasear cuando vuelva.
- Sí, sí, por supuesto. (¿Ha dicho "me gustas"?)
- Si, cuando vuelva, no quieres, lo entenderé y no volveré a molestarte.
- Sí, sí querré. No tengas ninguna duda.
- Bien, nos veremos dentro de 4 domingos en este mismo riachuelo, ¿de acuerdo?
- De acuerdo.
Siguieron paseando sin hablar más.

Lucas llegó apresuradamente con su caballo.
- Tenemos que irnos, se hace tarde.
Beltrán ayudó a Azilhú a montar. Esta vez, Azilhú estaba triste, no volvería a verle hasta dentro de 4 semanas, pero al mismo tiempo estaba feliz: él le había dicho que le gustaba. ¿Cabe más felicidad en un solo día?

5.2.08

Arreglado

Por fin puedo entrar al blog. No sé exactamente lo que había pasado, supongo que alguna historia con las cookies porque después de leer varios días en un montón de foros, por fin hoy he encontrado uno que decía que borrara las cookies relativas al blog. Así lo he hecho y ahora puedo entrar de nuevo. Todo hubiera sido más sencillo si me hubiera ido directamente al centro de ayuda de google desde el principio; pero, a veces, convierto lo más fácil en lo más complicado y... tardo mucho más, claro.
En realidad podía entrar desde el Internet Explorer, pero no me atrae nada andar cambiando de navegador y el Mozilla me gusta. Me he acostumbrado tanto a él que hasta veo las páginas más bonitas aquí. Bueno, pues este fin de semana intentaré darle un buen adelanto al cuento para compensar lo de la semana pasada.
Por cierto, no me resistí: mirando en el blog de Rafa, www.om-rafael.blogspot.com, actualmente de superviaje en Nepal, me contestó en ese momento a un comentario que le hice... ¡estaba "al otro lado de la línea"! Se me ocurrió buscarle una página que tuviera un widget para poner un chat y que así supiéramos cuándo podíamos charlar con él. Pues la encontré, puse el widget en mi blog pero aún no le he dicho nada a él. No espero ni un segundo más. Voy a contárselo.